28 ago 2012

A 40 años de la Masacre de Trelew

Durante la dictadura militar del General Alejandro Agustín Lanussse, el 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar fueron asesinados 16 presos políticos.


Habían sido trasladados allí seis días antes, luego de que se efectivizara una acción conjunta de las organizaciones FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarios), ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), y Montoneros, que permitió la evasión de seis Jefes guerrilleros recluidos en lacárcel de Trelew: Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna (PRT-ERP), Marcos Osatinsky y Roberto Quieto (FAR), y Fernando Vaca Narvaja (Montoneros).


Estos últimos, tras abordar un avión civil previamente secuestrado por un grupo comando, lograron refugiarse en Chile, gobernado por el socialista Salvador Allende, y posteriormente volar a Cuba.

Los ejecutados, formaban parte del segundo que debía fugarse, y estaba compuesto por 19 militantes que no lograron llegar a tiempo al aeropuerto. Asumido el fracaso, negociaron con los militares la rendición, ante un Juez Federal y la prensa, pidiendo garantías sobre sus vidas y ser devueltos al penal.

A pesar del acuerdo, Lanusse decretó el estado de sitio, desplazando a la justicia y designando como máxima autoridad al jefe de la Base Aeronaval Alte. Zar.


Hasta allí fueron trasladados y tras siete días de incomunicación y torturas fueron cobardemente acribillados. Doce muriendo en el acto. El resto muy mal herido, no recibió atención médica por cuanto, cuatro de ellos fallecieron probablemente desangrados, logrando sobrevivir solo tres: María Berger, Carlos Alberto Camps y Ricardo René Haidar.


El tercer y último grupo que eran parte del plan de escape, - un centenar de presos políticos – ni siquiera pudo salir del penal.


Los fusilamientos de Trelew, no sólo dejaron allí sus marcas, sino también en familiares, periodistas, y abogados que defendieron a los presos políticos, con atentados, persecución secuestros y desapariciones:

• Los padres y dos hermanos de Mariano Pujadas fueron secuestrados y asesinados el 14/08/75 en Córdoba, por el Comando Libertadores de América, integrado por militares del 3er. Cuerpo de Ejército.
• El 25/04/76 fueron secuestrados Rogelio y María Amelia Lesgart (hermanos de Susana Lesgart) y permanecen desaparecidos. El padre de ambos, también fue secuestrado, y liberado pocos días después.
• Arturo Lea Place, padre de Clarisa, y su hermano Luis, fueron asesinados el 22/08/76.
• Hugo Vaca Narvaja, padre de Fernando Vaca Narvaja, fue secuestrado y decapitado en marzo de 1976.
• Hugo Vaca Narvaja (h) fue asesinado en la cárcel de Córdoba en julio de 1976.
• Rodolfo Ortega Peña, fue asesinado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) el 31/07/74.
• En 1976, Mario Abel Amaya muere a raíz de las torturas recibidas estando detenido, mientras que sus colegas Roberto Sinigaglia y Mario Hernández, fueron secuestrados y siguen desaparecidos.
• Hipólito Solari Yrigoyen -que sufrió dos atentados con explosivos en su domicilio en 1973 y 1975-, estuvo detenido-desaparecido en 1976 por la dictadura militar y luego fue liberado.
• Francisco "Paco" Urondo, poeta y periodista autor de "La Patria Fusilada", muere en un enfrentamiento en Mendoza en junio de 1976.
• Raymundo Gleyzer, realizador del primer film sobre la Masacre, "Ni olvido ni perdón: 1972, la masacre de Trelew", fue secuestrado y continúa desaparecido.



Finalmente, del grupo de dirigentes que había logrado refugiarse en Chile, sólo sobrevive Fernando Vaca Narvaja: Santucho fue asesinado en un ataque armado en su domicilio, Menna secuestrado y asesinado en Campo de Mayo, Osatinsky asesinado en Córdoba, Quieto secuestrado y desaparecido en diciembre de 1975, y Enrique Gorriarán Merlo falleció en 2006 de un paro cardíaco.


Ésta es una breve reseña, de aquel trágico hecho de nuestra historia. Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo sobre él, porque los argentinos hemos comprendido que la Memoria es una de las armas de defensa de la Democracia que costótanto dolor y sangre del pueblo,para conquistarla y consolidarla.


Y si la Memoria es una de las armas, la Justicia es otra.


Luego de una larga y vergonzosa tardanza, plagada de omisiones, indultos, mediocridad, cobardía y desprecio por los derechos, se vislumbra que finalmente los responsables que aún viven, y están en el país recibirán el castigo merecido.


Y esto no es casual. Se debe a la constancia y la permanente lucha de los familiares de las victimas de la masacre;al trabajo de Organismos de Derechos Humanos y especialmente al cambio excepcional que se produjo en esa materia, a partir de Néstor Kirchner, quien inició un verdadero proceso de Memoria, Verdad y Justicia.


En ese sentido, en 2003, año de su asunción, se anularon las Leyes de Punto Final, y la Ley de Obediencia Debida, sancionadas durante el gobierno de Ricardo Alfonsín. Al año siguiente la ESMA fue convertida en Museo de la Memoria y en su inauguración ocurrió un hecho inédito como fue el pedido de perdón a nombre del Estado; y el 2005 trajo la anulación de los indultos de Carlos Menem.


A partir de su clara posición y decisión política que continuó Cristina Fernández de Kirchner, comenzaron múltiples juicios a ex militares y a civiles cómplices de crímenes de lesa humanidad, que continúan hasta la actualidad.


Bien lo expresó el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Alak al referirse al juicio por la masacre de Trelew iniciado el 7 de mayo al que califica como reparador de una deuda histórica con la militancia: “La acción desarrollada desde 2003 en materia de derechos humanos nos permitió recuperar los fundamentos éticos del Estado, que nunca debió haber consentido que los genocidas y asesinos ocupen otro lugar que no sea la cárcel”.


El largo camino de la justicia

A nadie se le ocurriría pensar que fuera posible hallar justicia por los crímenes que nos ocupan, en el oscuro período transcurrido entre la Masacre de Trelew y el regreso definitivo a la democracia. Entre 1972 y 1983, se sucedieron 9 presidentes, de los cuales solo 4 asumieron legítimamente y gobernaron por apenas 2 años y 10 meses. Los 11 años y 4 meses restantes el país estuvo bajo gobiernos de facto que ejercieron el terrorismo de estado más cruento de nuestra historia.


En los siguientes 20 años de democracia - desde Alfonsín a Duhalde - continuó la impunidad bajo el formato de leyes de olvido, decretos de perdón, y patética omisión. En el camino, los culpables se fugaron, murieron o se convirtieron en inimputables.


Fue la fuerte política de DDHH, y de Recuperación de la Memoria, Verdad y Justicia iniciada por Néstor Kirchner lo que permitió que se dieran las condiciones para comenzar a quebrar la impunidad.


Si bien con anterioridad hubo una causa, la misma fue pasada al fuero militar, donde desapareció todo lo actuado. Recién en 2005, los abogados Alberto Pedroncini y David Baigún, presentan una denuncia y documentación ante la Justicia Federal porteña y se retomaron las investigaciones.


En el 2006, por pedido de los familiares de las víctimas, se reabrieron las investigaciones en el Juzgado Federal de Rawson a cargo del Juez Hugo Sastre, quien se encontró con que ni siquiera estaba el listado de las personas que prestaron revista en el Batallón de Infantería 4 donde se gestó y ejecutó la matanza dentro de la base.


Para el 2008, la mayoría de los acusados están detenidos en sus domicilios y las investigaciones realizadas por el juez Hugo Sastre, el fiscal Fernando Gálvez y el secretario Mariano Miquelarena determinaron que la madrugada del 22 de agosto de 1972 no hubo un enfrentamiento, los presos políticos fueron fusilados. Sin embargo a pesar de los avances hechos, el juicio oral y público se demoraría, según la creencia del momento, un año más. En aquel momento, según lo investigado, la situación era la siguiente:

 
 
En 2009, la fiscalía requiere la elevación a juico a los imputados Sosa, Del Real, Paccagnini, Bautista, y Marandino. Eludieron la acusación: Mayorga, (por razones de salud mental) y Bravo, (extradición fue negada por EU).Finalmente, el 08/05/12, comenzó el juicio oral por los fusilamientos ocurridos en la Base Almirante Zar el 22/08/72, en el Centro Cultural "José Hernández" de la ciudad de Rawson. El Tribunal está integrado por el Juez Enrique Guanziroli, y los camaristas Pedro De Diego y Nora Cabrera de Monella. La causa: N° 12 – F° 122 – Año 2006 “N.N. S / DENUNCIA (Contra Autores en la llamada Masacre de Trelew – 22 de Agosto Base Zar) fue re caratulada "SOSA Luis Emilio, y otros S/ PIL, Torturas y Homicidios Agravados". Se estima que el juicio durará por lo menos tres meses, habrá setenta testigos. Podría ser en septiembre la sentencia por “la masacre de Trelew. En este juicio hay siete imputados: Sosa, Del Real, Marandino, Bautista,Paccagnini, Mayorga, y Bravo, pero dos de ellos no serán parte de él, Mayorga por inimputable y Bravo por la protección de EEUU.


Reflexiones finales, de Trelew a la Argentina de hoy.


Creo que estamos madurando, y seguimos haciéndolo día a día. Ello puede verse en el valor, coraje y paciencia que hemos tenido para darle a los asesinos lo que ellos no le dieron a los compañeros fusilados: un juicio justo. También y sin darnos cuenta nos convertimos en ejemplo para nuestros países hermanos y para el resto del mundo - entre otras cosas - en materia de juzgamientos por crímenes de lesa humanidad. Y por sobre todo, lo que se inició en el 2003, no tiene retorno, porque aprendimos que sin memoria verdad y justicia no hay democracia plena.


Lo que se juzga hoy son los asesinatos de 16 presos políticos, pero la mayor justicia y homenaje que podemos ofrecerles, es aprender de lo que pudieron hacer en aquel crudo invierno de 1972: a pesar de las diferencias ideológicas, de las condiciones terriblemente desfavorables, de la alta posibilidad de fracaso, y del miedo, fueron capaces de unirse, planear en secreto una fuga, animarse unos a otros, conseguir apoyo del pueblo y seguir dando pelea por el país que soñaban, por una Argentina libre, soberana y democrática.


Hoy no tenemos militares en el poder, ni terrorismo desde el estado. Los enemigos del Proyecto, ya no se esconden tras las botas, usan otras armas, “la cadena del desánimo”, “la desinformación”, “la mentira descabellada”.Aquellos jóvenes entendían y supieron hacer -en un contexto de extrema violencia-, lo que hace un tiempo nos propuso nuestra presidenta democrática: Unidos y Organizados, para proteger y hacer crecer este Modelo.


Por eso tenemos que entender que no es tiempo de disputar sino de construir poder, unirnos a los semejantes para confrontar a los antagónicos, en definitiva, unirnos y organizarnos por una Argentina libre, soberana y democrática.



                                                                                Angel Akike, agosto 2012