1 jun 2010

Pueblo, doctrina y proyecto de país

Análisis de un Texto de Juan Domingo Perón Publicado en “ANTOLOGIA DE BICENTENARIO”. Colección “Los Nacionales” UNION DEL PERSONAL CIVIL DE LA NACION.

“Los pueblos con libre determinación poseen estilo de vida, aspiraciones, propósitos y fines propios. De ese libre juego nace espontáneamente una doctrina nacional que conforma el espíritu de la nación.
Cuando hablamos de una nación libre y soberana pensamos en un país con designios y objetivos, como asimismo educado, instruido y conducido con sus propósitos y hacia sus fines.
Las colonias poseen la doctrina de sus metrópolis, porque el imperialismo tiene también una doctrina, sólo que inconfesable. Un país sin doctrina nacional lleva hacia un pueblo sin alma.
Es el camino que conduce de la libertad a la servidumbre. En la doctrina nacional tienen su origen y forma lo político, lo económico, lo social y la doctrina de guerra de un país y, es a la vez, la reunión de todas éstas, lo que conforma a la primera.

El conformar una propia doctrina nacional, en el mundo contemporáneo, tiene mayor importancia de lo que algunos suponen. Nada menos que decidirse por la propia verdad en vez de apoyar la mentira ajena; y busca las propias soluciones, no sumándose discrecionalmente a una decisión en una lucha materialista, vacía de valores permanentes. No han de ser los déspotas ni los dominadores quienes puedan juzgar, porque sólo los tiempos y la historia tienen el privilegio de escrutar la verdad en la razón y no en los intereses. En la actualidad juzgan también los pueblos. Eso es lo que cuenta en el presente y, todos sabemos cuál es su juicio.
Las soluciones actuales giran sobre lo mismo: la conquista de la justicia para los hombres y la libertad para los pueblos. El camino es uno solo: que cada país elabore y ejecute la propia forma de alcanzarlas. Para ello es menester suprimir el colonialismo, que es la servidumbre de los pueblos y, la explotación que es la causa de la moderna esclavitud de los hombres.
La “doctrina justicialista”, como también se llama al “peronismo”, es nueva y es auténtica. Es una creación del pueblo argentino, positiva y legítimamente nacional. Los hombres sin pueblo no hacen doctrina, porque la doctrina ha de inculcarse, practicarse y triunfar en las masas populares o, no pasará de palabras.

Uno de nuestros mejores comentaristas de la doctrina peronista, el Dr. D. Raúl Mende, en su libro “Doctrina Peronista del Estado”, decía ya en 1947:”Los odres son viejos. El vino es nuevo, pero tiene aroma y sabor añejos. Esta doctrina peronista es vino nuevo. Los odres - sentido cristiano, auténtico sentido cristiano, y por lo tanto social, y por lo tanto humanista- son viejos como el Cristianismo, que infunde su aroma y su sabor a la nueva concepción peronista”. De nuestro pueblo cristiano nació una doctrina humanista, en la lucha milenaria por la defensa de los hombres, combatidos y esclavizados muchas veces en el propio nombre de Cristo.
Lo sublime de las virtudes no es precisamente su enunciado, sino su práctica, como también lo excelso de las concepciones no reside sino en su realización. Pero, si nuestra doctrina ha trascendido al mundo, si se la teme y la combate, no es por nueva ni por vieja, ni siquiera por cristiana ni humanista. Es precisamente porque se ejecuta y resuelve un problema que los imperialismos no desean resolver”.

Por Francisco José Pestanha
Análisis de un Texto de Juan Domingo Perón Publicado en “ANTOLOGIA DE BICENTENARIO”. Colección “Los Nacionales” UNION DEL PERSONAL CIVIL DE LA NACION