Un sector de la sociedad argentina, desconforme con el Gobierno Nacional, lo ha llamado 8N, para darle un toque enigmático al día en que saldrán a la calle a protestar y, porqué no decirlo, a ironizar el 7D.
Algunos hacen una lectura ingenua y simple, el 8N es eso, 8 por el día y N por el mes. No creo que haya nada de ingenuo ni simplista en todo esto. Podrán decir que la N es por Noviembre, pero personalmente creo que ésta es una N de:
NO quiero una mujer que me diga qué hacer
NO quiero que toquen mis intereses
NO me importa lo que le pase al resto de los argentinos
NO tengo porque ser solidario y financiar con lo que me sobra lo que le falta a otros
NO vamos a parar hasta volver a un modelo de país donde el mercado nos llene los bolsillos
NO queremos parecernos ni ser latinoamericanos
NO encuentro en la oposición política quien me represente democráticamente
NO tengo propuestas [como oposición política] y
NO queremos enemistarnos con los poderes económicos internos y externos
NO tengo otra manera de erosionar al gobierno, más que usando a los desconformes.
NO queremos ni podemos dejar que siga este proyecto popular.
Es difícil describir qué me producen todas estas sentencias. Hay algo de bronca, otro tanto de indignación, pero mucho más de pena.
Es penoso que los que no están de acuerdo con este gobierno, no encuentren alternativas políticas desde donde canalizar sus ideas e intereses. Eso habla de una democracia que aún debe fortalecerse.
Es penoso que todavía haya sectores que no comprendan que si le va bien al pueblo, le va bien al conjunto social.
Es penoso ver la persistencia del egoísmo clasista, haciéndole el juego a grandes grupos económicos que no piensan más que en enriquecerse y llevar sus ganancias fuera del país.
Es penoso observar en ciertos círculos sociales la falta de memoria, pues quieren volver a un neoliberalismo que también los afectó, quebrando empresas y robando ahorros.
8 de noviembre.
Para los que tenemos un sueño, ideales y proyectos es un día más de trabajo por una Argentina grande e inclusiva, ejemplo para el mundo y orgullo para todos los argentinos. Bueno, para casi todos.
Angel Akike
