La reunión de Cristina y Bergoglio desactivó el
intento de la derecha golpista de transformar al Espíritu Santo en vocero de la
oposición. Ahora deben encolumnarse otra vez tras Videla.
Los diarios de la derecha y los políticos sin
rumbo instalaron al Papa como Jefe Espiritual de la Nación. Hoy el Jefe almorzó
con Ella.
Los chupacirios esperaban transformar la
asunción de Pope Francis en un gran cacerolazo. Después del almuerzo de hoy,
esta noche en la Catedral habrá lo de siempre: una gran reunión de
chupacirios.
El cacerolo tuitero bajó sus expectativas:
esperaban lapidar a Cristina desde el Campo Papal. Ahora se conforman con
burlarse de Horacio González y Horacio Verbitsky. ¿González y Verbitsky quedaron
desautorizados por el almuerzo con el Pope? NO. ¿Quedan afuera del kirchnerismo?
NO. El kirchnerismo es plural. Fracasado el plan "El Mundo derrota a CFK con la
Papización de Bergoglio", ahora intentan "El kirchnerismo se divide por
Bergoglio" Fracasarán de nuevo.
¿El almuerzo de hoy transforma a Papa en un
santo sin pasado? NO: Bergoglio sigue siendo el mismo Bergoglio. Ahora Jefe de
Estado.
¿Los que no lo queríamos a Pope Francis lo
vamos a querer? NO. ¿Vamos a dejar de ser cristinistas? NO, por supuesto. Por
más besitos y mates entre el Jefe y la Jefa, Bergoglio sigue siendo hombre de
cuidado. Pero la oposición tiene que seguir laburando, pensar un programa y
buscar un candidato: no crecerán con un golpe de suerte externo. Esperaban ver a
Cristina desquiciada, ofuscada, despechada. En cambio, tuvieron a una estadista
más viva que todos sus oponentes. Cristina hizo lo que hace una gran dirigente:
la preservación del proyecto político popular. Con gran intuición quebró la
maniobra derechista. Lamentablemente para el mundo cacerolo, ellos volvieron a
quedar más cerca de Videla y los genocidas procesados que del Pontifex.
¿Qué es eso de la derecha de instalar la figura
del Gran Santo Opositor para que la foto y el rédito político se lo lleven la
Yegua?
Bueno, cacerolos: lo de Francisco Pope por
ahora no va: prueben con Francisco De Narváez.
FUENTE: Oscar Cuervo